Origen. El movimiento Cáritas nació en Alemania finalizando el S. XIX, siendo prontamente reconocida por la conferencia episcopal alemana, constituyéndose como Conferencia internacional a mediados del S. XX con el nombre de Cáritas Internationalis, con sede en Roma, que sirvió de modelo inspirador a organizaciones similares en todo el mundo.
En España tras la guerra civil la necesidad de organizar la actividad caritativa de la Iglesia, impulsó a la Conferencia de Metropolitanos (precursor de la Conferencia Episcopal Española) a crear un Secretariado Nacional de Caridad que agrupaba a los Secretariados diocesanos de Caridad. Formalmente constituida en 1947 por la C.E.E., hoy es una confederación de entidades de acción caritativa diocesanas, miembro de la Plataforma de ONG de Acción Social de España y que forma parte de Cáritas Internationalis.
Objeto. La promoción del desarrollo integral de personas y pueblos, en especial de los más pobres y excluidos, como testigos del amor de Dios y la fraternidad de la comunidad cristiana. Sus principios se centran en la dignidad de la persona, la justicia social, la verdad a la luz de la fe, la solidaridad, la fraternidad, la participación y el espíritu de mejora social, bajo criterios de transparencia.
Financiación. Su financiación procede en su mayor parte de donaciones privadas, y en menor medida pública (administración Autonómica, el Estado y Unión Europea).
Cáritas Parroquial. Con igual objetivo y principios que Cáritas diocesana, en la Parroquia se ha constituido el grupo Cáritas Parroquial, que se ocupa de coordinar, animar, orientar, promover y dar testimonio de la acción caritativa y social dentro de su territorio.
Este grupo, presidido por el Párroco, está formado por personas voluntarias y comprometidas, que, en una forma de vocación evangélica, se ocupan de vivir y desarrollar la acción caritativa y social de la Iglesia en el seno de la Parroquia a favor de los más vulnerables y desfavorecidos
Acciones desarrolladas. Conforme a la Doctrina Social de la Iglesia, Cáritas Parroquial se preocupa del desarrollo y bienestar de las personas y su integración social, siendo relevantes algunos objetivos:
- Sensibilizar a la comunidad parroquial sobre la realidad de la pobreza y la comunicación cristiana de bienes.
- Animar a quienes se sienten llamados a participar en la acción caritativo-social de la Parroquia a adquirir la formación necesaria de forma que puedan ejercer del modo más efectivo y cualificado su voluntariado.
- Acogida y acompañamiento de personas en situación de desamparo o vulnerabilidad que se acercan a la Parroquia en busca de consuelo.
- Atención a casos urgentes, o situaciones de extrema necesidad, en particular de personas mayores, mujeres, niños, enfermos o transeúntes.
- Ayudar a envejecer. Sesiones de terapia cognitiva para personas mayores.
- Recogida de alimentos no perecederos y otros elementos de necesidad básica y entrega a personas necesitadas que los demandan.
- Atención a inmigrantes, en la medida de las posibilidades de la Parroquia.
- Orientación al empleo. Ayuda diversa a personas y colectivos en orden a lograr su inserción social y laboral (con la parroquia de Cristo Redentor).
- Ayuda en la soledad. Acompañamiento por medio de voluntarios a personas mayores que sufren este estigma social.
- Colaboración y coordinación con otros grupos de Cáritas Parroquiales, en la medida necesaria para lograr objetivos más amplios y cualificados.
Recogida de ropa. Esta deberá ser necesariamente depositada (limpia) en el contenedor del Proyecto Caritas MODA-RE, situado en el lateral del templo.
LIBROS y JUGUETES. Por dificultades de espacio, NO se recogen estos artículos.
Financiación. La economía de Cáritas Parroquial se nutre exclusivamente de los donativos de sus fieles realizados a tal fin y de los depositados en los lampadarios y huchas fijas ubicadas en el templo.
A tal efecto, señalar que la “Colecta para Cáritas” que se realiza cada primer domingo de mes se ingresa directa e íntegramente a Cáritas Diocesana.